Capacitación virtual y telemedicina, legados positivos de la pandemia Destacado

Cuando la pandemia del COVID-19 modificó la vida de la humanidad y en particular del mundo de la salud, que ocupa la primera línea de batalla, la tecnología y, especialmente, las herramientas de conexión a distancia pasaron a un primer plano. En ese cuadro de situación, la Unidad Coronaria Móvil (UCM) se propuso modificar la capacitación de su personal profesional, que es habitual y central en tiempos normales en forma presencial, con cursos y ateneos a distancia. Todo un desafío.

En el área de atención de la niñez, ocurrieron, en muy pocos días, dos hechos lamentables que dispararon la idea de pasar a realizar de forma virtual los encuentros académicos presenciales, según explicó a Somos Uruguay Revista la pediatra intensivista y neonatóloga doctora Magali España, integrante de la dirección técnica pediátrica de la empresa.

“En julio, en plena pandemia de COVID-19, nos tocó vivir en la asistencia, con diferencia de unos 10 días, la situación de dos muertes pediátricas debidas a paro cardiorrespiratorio; una fue en una escuela y la otra de un chiquito a quien el papá lo llevó a una policlínica, ya sin vida. Más allá de que profesionalmente estamos preparados para enfrentar la muerte, nos impactó mucho, pues en esos momentos, estando en la primera línea de combate al virus, afrontábamos una cantidad de cosas que nos movilizaban a todos por igual y a los médicos en particular”, narró.

“Junto con el doctor Esteban Da Silva, instructor del Centro de Capacitación UCM, compartimos su experiencia y la del equipo actuante en dichas atenciones ante unos 150 participantes de todo el país, en una actividad a la que se conectaron colegas, enfermeros, choferes especializados, miembros de las cátedras de profesores del Hospital Pereira Rossell, autoridades de Salud Pública, entre otros”, detalló.

Para la doctora España, la realización de este ateneo es el fruto de una medicina diferente en el ámbito prehospitalario y considera que “ver todo —lo bueno, lo positivo, la autocrítica—, ver cómo le ha ido al mundo, cómo estamos los uruguayos, estar siempre conectados, son aprendizajes y experiencias notables que dejan los cambios obligados por la pandemia”.

Si bien al principio de la crisis sanitaria “estábamos sobrecargados de información, y debíamos tratar de filtrarla, superados esos días iniciales, UCM estaba preparada, y lo va a estar siempre en la primera línea en cuanto a capacitarse, informarse, acompañar, pues tenemos un equipo excelente, conformado por profesionales de distintas especialidades que apuntalan todo tipo de situaciones”, aseguró.

UCM implementó la video consulta en setiembre del 2019, y es la pionera de su sector en Uruguay. “La telemedicina, que antes era solo una opción, pasó a ser utilizada de modo cotidiano y es una herramienta más en la Mesa Central de Operaciones, y la gente lo ha tomado muy bien”, confirma la pediatra, que tiene 27 años de trabajo en la institución. “La tecnología bien aplicada te salva por generaciones”, enfatizó.

¿Cómo fue el proceso de armado de un ateneo virtual?

 

Desde el año 2002, UCM tiene su Centro de Capacitación que dicta de manera constante cursos de adultos y niños, para personal médico y no médico propio y de la Salud en general. Este año nos encontró con una nueva realidad a la que todos nos fuimos adaptando. Ante la pandemia, nos vimos obligados a dejar de hacer los cursos presenciales, porque tiene mucho peso la parte de prácticas, y recién comenzamos a retomarlos de a poco cuando las autoridades de Salud Pública lo permitieron (con los protocolos específicos: con menos de la mitad de los alumnos y con los espacios físicos correspondientes).

Específicamente, en el área pediátrica, planteamos el uso de las conexiones a distancia porque nos parecía una herramienta válida. En esta nueva normalidad, hemos también aprendido a ver que hay temas en los que podemos capacitar y compartir a través de las tecnologías que todos manejamos ahora; las aplicaciones virtuales han tenido muchas cosas positivas.

La nueva realidad virtual, a través de la cual nos conectamos en esta oportunidad 150 participantes a la vez, muestra que podemos asistir a muchas más actividades médicas que hacen a la capacitación e información general; tan necesaria en nuestra profesión.

Esas aplicaciones nos permiten compartir experiencias con muchos colegas, prepararlos de la manera que los médicos estamos acostumbrados a hacerlo: con ateneos y encares, o compartir un caso clínico específico complejo que se da en un terreno diferente al intrahospitalario. Eso es académicamente muy formativo.

El uso de las herramientas virtuales como parte de la formación no era una práctica habitual en las emergencias móviles. En UCM, que es Centro AHA, American Heart Association, desde el año 2016, nuestros instructores son titulados por esa asociación, y ahora tenemos la posibilidad de compartir nuestras experiencias formativas por esta nueva vía.

Muerte súbita y desfibriladores

¿Qué temas destacaría de la actividad?

El ateneo se planificó detenidamente para presentar la actuación en los dos casos de paro cardiorrespiratorio pediátrico señalados, se actualizó en la materia, se manejó la información sobre los desfibriladores y se hizo una puesta a punto sobre la muerte súbita en Uruguay. Esto último fue muy importante, dado que se impulsa un proyecto de ley al respecto.

En lo que hace a la muerte súbita se analizó a nivel nacional nuestra realidad. Para ello, contamos con la participación de la doctora Alicia Fernández, pediatra intensivista, coordinadora del Área Programática de Salud de la Niñez del Ministerio de Salud Pública, quien hizo un aporte muy importante.

También se analizó nuestra realidad en cuanto a los desfibriladores automáticos (DEA), pues una de las muertes ocurrió en una escuela pública, las cuales tienen la cobertura de UCM desde hace varios años. Se hizo énfasis en que los equipos son una ayuda, siempre y cuando estén dadas las condiciones adecuadas —este no fue el caso— y la gente esté capacitada para su correcta utilización.

El ateneo dejó claro lo importante de la temática. Ahora estamos trabajando con la Administración Nacional de Educación Pública para conocer con certeza la cantidad de aparatos existentes en las escuelas. Obviamente el ideal sería que todos los centros educativos los tuvieran, y se tiene que apostar a eso y capacitar al personal para que sepa utilizarlos, así como hacer su mantenimiento. Ese es un trabajo en equipo de manera constante entre las dos instituciones, lo que nos permitirá una mejor calidad asistencial y de cobertura.

¿Tienen previsto nuevos ateneos para este año?

El ateneo virtual vino para quedarse y eso está bueno, porque se llega a muchos más profesionales de la salud. Nos ha pasado a todos que, en la modalidad presencial, con tres o cuatro reuniones diarias no podíamos asistir a todas. En cambio, estos encuentros virtuales, bien utilizados y con una estrategia de saber hacia dónde vamos, como los hemos planteado en UCM, son muy beneficiosos.

Todavía nos siguen llegando mensajes de médicos de diferentes instituciones y lugares del país que nos impulsan a seguir: “Este ateneo fue muy interesante y enriquecedor”, nos dicen. Lo cual nos da el estímulo para seguir usando esta herramienta virtual de comunicación. Es una meta de UCM que cuenta con el respaldo de toda la institución y, especialmente, de su gerenta general, la contadora Rosario González Stewart.

Estamos organizando otro ateneo pediátrico antes de terminar el año, en función de varios aspectos que hacen a la estrategia prevista. Estudiaremos dónde está la excelencia de lo que queremos transmitir. Primero, dirigido sobre todo a los médicos jóvenes, ya que, aquí en UCM, son muchos los que están apostando al trabajo médico prehospitalario desde otro enfoque más allá de la emergentología.

Cuando conectamos a través de una reunión virtual, llegamos a todo el país. Si bien UCM está en Montevideo, existe en Uruguay la Red de Emergencias Móviles Integradas, de la cual formamos parte y en la que trabajamos para lograr la máxima de difusión del hacer médico.

Los médicos en el interior del país siempre están ávidos y en contacto con nuestros cursos, con lo cual la herramienta virtual se constituye en algo fundamental.

 

Enseñanzas de una pandemia

 

Como dicen muchos pensadores, ‘”las crisis nos golpean, nos desacomodan, pero rápidamente tenemos que aprender de ellas”. En cualquier proceso hay que ser creativos y positivos; buscar la excelencia de lo que uno hace eleva nuestro ejercicio de la profesión.

Todos los uruguayos vivimos esta crisis sanitaria al igual que en elresto del mundo, donde ya provocó más de un millón de muertos, algo que nadie imaginó. Tengo muchos años de médica, he hecho varias especialidades, me ha tocado vivir varias situaciones límites, epidemias, pero esta pandemia nos lleva a un antes y un después que no esperábamos. Empezamos este 2020 a recorrer un camino de aprendizaje, de acierto y error que debemos capitalizar.

No nos olvidemos tampoco de que Uruguay tiene una asistencia médica prehospitalaria bastante amplia. Esto nos permitió colaborar en evitar el colapso asistencial en los servicios de salud que creíamos se podía dar; porque vamos al domicilio de la persona y la persona no se tiene que trasladar el centro de salud, y así se minimiza el contagio.

Ha sido un orgullo ver la respuesta de los uruguayos ante esta pandemia de COVID-19. Todos entendieron perfectamente que había que quedarse en la casa. A veces nos llamaban y nos decían: “Yo no quiero que vengan, no quiero que el médico se exponga”.

Desde marzo funcionó muchísimo la telemedicina, la gente lo captó, algo que para nosotros era una interrogante, pues el uruguayo estaba muy acostumbrado a llamar a la coronaria móvil y ante cualquier malestar íbamos al domicilio. Pero ahora nuestros socios entendieron perfectamente los cuidados que se debían tener ante esta situación.

Los médicos tuvimos que pasar de tener el equipo/ vestimenta habitual, a proveernos de una ropa especial compleja. Eso causó un impacto fuerte, en especial en los niños. ¡Hay que ir a un domicilio de un niño y que el pediatra llegue con toda esa protección! Era todo muy raro. Esta experiencia ha sido, y es aún, muy rica para los profesionales y veremos en el futuro qué análisis se podrá hacer de todo esto.