Primeros apuntes sobre las recomendaciones para la reforma de la seguridad social

Figura 1. Ubicaciones de los objetivos Figura 1. Ubicaciones de los objetivos

María Dolores Benavente
@MDBSBC
Economista (CCEA, Udelar)
Gerente General de UniónCapital AFAP - @UnionCapital_UY
Directiva de la Asociación Nacional de AFAP
Presidente de la Academia Nacional de Economía

 

En notas pasadas hemos analizado el documento de diagnóstico de la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS) acerca de la seguridad social uruguaya. Es un documento muy completo y fundamentado, que refleja el trabajo y el esfuerzo de esa comisión. Recordemos que, en una primera etapa, la CESS tenía el cometido de definir un diagnóstico sobre el sistema de seguridad social, y ahora está trabajando en la formulación de recomendaciones y propuestas a elevar al Poder Ejecutivo.

En esta nota nos permitimos, a partir del diagnóstico realizado en lo atinente al pilar de capitalización individual, formular algunas primeras propuestas que pueden aportar a la discusión del tema.

• En el documento se señala la importancia del ahorro previsional voluntario. Este ahorro está previsto en la ley n.o 16.713 —la ley madre de la reforma del sistema de seguridad social—, pero no ha tenido un gran desarrollo porque está gravado dos veces, no tiene liquidez y no es atractivo. Este ahorro se puede convertir en un instrumento potente para que la gente complemente aquellos períodos sin aportes y mejore su jubilación.

Existen diversas medidas que se pueden adoptar para fomentar este tipo de ahorro:

- Incentivos tributarios.

- Permitir que las empresas retengan de los sueldos este ahorro voluntario y lo depositen en las cuentas de los trabajadores en sus Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP).

- Dotar al ahorro voluntario de cierta liquidez durante la vida activa del trabajador.

- Permitir que al final de la vida activa este ahorro no se destine en su totalidad a la renta vitalicia, sino que se admitan otras opciones de acuerdo al monto de jubilación que el trabajador haya alcanzado.

- Permitir mecanismos ágiles de recolección de este ahorro y facilitar el ahorro a través del consumo.

- Incentivar el ahorro voluntario en los regímenes de promoción de inversiones de las empresas, puntuando mejor a aquellos proyectos que realicen depósitos en las cuentas de los trabajadores en sus AFAP.

- Adecuar el control del sistema de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (PLAFT) y Personas Expuestas Políticamente (PEP) al real riesgo de este tipo de activos de baja materialidad y destinados en su mayoría a la renta vitalicia.

- La medida para contemplar este aspecto consiste en la creación de un tercer fondo para los más jóvenes.

- Este nuevo subfondo que podría denominarse “subfondo crecimiento” comprendería a los afiliados más jóvenes, habilitando —junto a las inversiones ya permitidas en los subfondos existentes— inversión en instrumentos de renta variable internacional, que representan mayor rentabilidad, aun cuando conlleven un poco más de volatilidad de corto plazo.

Diversas propuestas se pueden formular para resolver este problema y sus negativas consecuencias:

- La comisión de administración debe ser libre o fijada de acuerdo con un benchmark o a un promedio de mercado y no con relación a la comisión de la empresa dominante, como lo es actualmente.

- La rentabilidad neta (rentabilidad menos comisión de administración, prima de seguro colectivo y comisión de custodia del Banco Central del Uruguay) debe considerarse la variable clave para la toma de decisiones por defecto por los afiliados. En este sentido, se deben asignar los afiliados de oficio por rentabilidad neta y no por comisión de administración, como es actualmente.

- La rentabilidad neta debe ser un dato que obligatoriamente deba informar la AFAP de entrada en oportunidad de recibir traspasos de otra AFAP.

- Contabilizar la rentabilidad mínima como un promedio simple (y no ponderado) de la rentabilidad de los fondos.

  • Renta vitalicia (servida por el Banco de Seguros del Estado, en unidades reajustables). En el documento se señala que es necesario mejorar la renta vitalicia, puesto que resultaría escasa en relación al monto ahorrado por los trabajadores en sus AFAP. En Uruguay el único que está ofreciendo esta renta es el Banco de Seguros del Estado (BSE), puesto que esas rentas vitalicias hay que servirlas en unidades reajustables (de acuerdo a la ley n.o 16.713) y no hay instrumentos líquidos y profundos en esa moneda. Por más que ahora existen algunas emisiones en unidades previsionales, no cumplen esas condiciones y las empresas privadas no quieren asumir el riesgo del descalce de monedas. Como el tema de la unidad de cuenta está en la Constitución, es bastante complejo cambiarlo.

Por ello, entendemos que las propuestas para mejorar este aspecto básicamente consisten en que el afiliado pueda contar con más alternativas a la hora de su retiro:

- Una alternativa será la renta vitalicia actual del BSE.

- Pero se debería dar también otras alternativas, tales como un bono que no se pueda vender, que la persona disfrute de sus intereses y que lo herede su familia en caso de fallecimiento;

- O un retiro programado complementado con seguro de longevidad.

- U otras alternativas como los bonos SELFIES (sigla en inglés que se traduce como “títulos de ingreso indexado a estándares de vida, con fecha de inicio futura”).

Todas estas propuestas primarias estarían enfocadas a mejorar el sistema, su información, su transparencia, y a incrementar las rentas vitalicias de los afiliados que serán el complemento de la jubilación del Banco de Previsión Social al momento de su retiro.