Grupo Fernández: una empresa familiar de transporte y logística que se supera año tras año Destacado

Grupo Fernández es una empresa de transporte carretero a nivel nacional, con más de 100 años de presencia en el mercado, fundada por José Fernández Cristobo en 1913. Al principio utilizaba carros y caballos para transportar madera a las barracas de Montevideo. Hoy en día cuenta con una flota de camiones, remolques, semirremolques y carretones que circulan por todas las rutas de Uruguay. Además de la logística terrestre, tiene una terminal de cargas para depósito y almacenamiento, y equipos para traslados especiales.

Somos Uruguay Revista conversó con los hermanos Matías y María Victoria Fernández, la cuarta generación en llevar adelante la empresa (que se completa con su primo Martín Fernández). Ambos destacaron que han obtenido varias certificaciones nacionales e internacionales de calidad, de seguridad vial, de seguridad y salud en el trabajo, así como la de Operador Económico Calificado que otorga la Dirección Nacional de Aduanas

LA FAMILIA Y LAS NUEVAS GENERACIONES

Si alguien llama a Grupo Fernández, es difícil que no lo atienda un miembro de la familia. La empresa la fundó el bisabuelo de Matías, María Victoria y Martín hace más de un siglo. Hoy por hoy sus directores son los nietos del fundador José Fernández Cristobo: José Luis Fernández (padre de Matías y María Victoria), y Antonio Fernández (padre de Martín). La nueva generación está a cargo de la Coordinación Operativa de Logística (Martín), del Sistema de Gestión (María Victoria), y de la Dirección Comercial (Matías).

Matías asegura que es la cuarta generación que está al frente, “o estamos en esa transición que lleva un proceso, y va a llevar aún, porque hay que demostrarles a los padres que en ciertas cosas ya estamos listos para encararlo solos. Arrancó nuestro bisabuelo hace ya 107 años. Empezó como una empresa de transporte, con caballos y carretas. Mi abuelo siempre contaba que cuando era chico demoraba dos horas en llegar al puerto. Y a lo largo de todo este tiempo siempre la idea fue superarse. Con mis hermanos eso lo mamamos desde chicos”.

En este camino de mejorar, la premisa siempre fue demostrarle al resto, o a la competencia, o a los clientes, que en algo son buenos. Según Matías, camiones tiene mucha gente, hay muchas empresas, pero plantea: “¿Qué podemos hacer para mejorar, con qué nos diferenciamos? Mi abuelo era fanático de las cargas especiales. Le encantaba todo eso. Llevar mercadería sobredimensionada, tener que armar un plan de ruta, estudiar la ruta. De hecho, formó parte de la empresa hasta los ochenta y pico de años, y tuvo que salir por un tema de salud; si no, hasta el día de hoy seguiría. A las diez de la noche en invierno, con 8 grados, lo encontrabas en la puerta del galpón controlando los camiones y le tenías que decir: ‘Tata, ¿qué estás haciendo? Andate’”.

Grupo Fernández trabaja con las denominadas “cargas diferenciales”, porque tiene clientes que manejan mercadería de grandes dimensiones, por ejemplo metalúrgicos que tienen que trasladar retroexcavadoras, o quienes deben conducir de un punto a otro aspas de molinos de viento. Además cuenta con equipos especiales para ese tipo de transporte.

Matías recuerda cuando hace ya 10 o 12 años apareció el proyecto de Botnia que hoy es UPM. En esa oportunidad Grupo Fernández realizó un consorcio con otras empresas, pero “quien tenía el know how para todo lo que es el transporte especial éramos nosotros. Esa fue la chapa que marcó que somos buenos en eso, pero sabíamos que se necesitaba el apoyo de otras empresas de transporte porque una sola no era suficiente para un emprendimiento de esa magnitud. Después vino Montes del Plata; después los parques eólicos, en los que participamos en todos”.

MEJORAS CERTIFICADAS, PONER “LA CASA EN ORDEN”

María Victoria Fernández es la hermana de Matías, y se incorporó a la empresa en el 2018 para llevar adelante todo el tema de las certificaciones. “Ellos estaban con mucho trabajo, y mi padre y mi hermano me pidieron que viniera a ayudar, y finalmente el Grupo Fernández me absorbió. Para mí es un mundo nuevo esto de estar en la empresa. Si bien lo mamé toda la vida, porque crecí entre camiones, de cierta forma era ajena; pero no tuve ningún problema de adaptación”.

A fines del 2018 la empresa obtuvo la certificación ISO 39001, que es la de Seguridad Vial, en el 2019 trabajó en la ISO 9001, que es la de Calidad, y en la ISO 45001, que es Seguridad y Salud en el Trabajo. A principios de este año llegaron los documentos que así lo legitiman. Paralelamente se obtuvieron estas tres certificaciones también a nivel internacional a través de DAS Certification.

Todo esto para María Victoria fue un trabajo bastante complicado, “porque para poner la casa en orden hay un montón de cosas que hay que aprender y cambiar; pero si lo implementás en el día a día, ayuda un montón a los procesos de trabajo. Ha sido todo una gran enseñanza”.

Además de las normas ISO, Grupo Fernández tiene también la calificación de Operador Económico Calificado (OEC) que otorga la Dirección Nacional de Aduanas. Esa fue la primera certificación que obtuvo la empresa.

Matías recuerda que cuando llegó la consultora que los ayudó a llevar a cabo esta certificación, se pusieron un plazo de seis meses, pero no llegaron. “Había que armar procesos, procedimientos, manuales, registros. Yo no sabía a qué nos enfrentábamos. Ampliamos el plazo a nueve meses, pero finalmente nos llevó un año. Queríamos ser la primera empresa de transporte nacional en obtener la certificación, pero finalmente fuimos la segunda”.

A raíz de todo esto, añade, “yo siempre resalto la importancia de tener la casa en orden, como dice María Victoria: ustedes son buenos en lo que hacen, saben todos los procesos de la empresa y los pueden armar todos; pero una cosa es saberlo y que no estés certificado; y otra es certificarse y tener que demostrar que sos bueno. Y para demostrarlo se necesita poner la casa en orden. Una cosa es decir: ‘Nosotros somos buenos’, y otra es que alguien diga: ‘Ellos son buenos’. Eso es lo que hay que demostrar. En este caso con el OEC es la Aduana quien me dice que soy bueno”.

INVERSIÓN Y COMPROMISO

Todos estos procesos de certificación significaron una importante inversión de parte de la empresa: en capacitación de gente, en reestructura interna en la oficina, en la terminal para seguridad, para demostrar compromiso con la causa OEC.

Matías entiende que se puede armar un manual, un procedimiento, pero hay que demostrarlo en los hechos. “Cuando fueron a conocer nuestro lugar de trabajo, antes de auditarnos, nos dijeron que se notaba que estábamos comprometidos. Lo que me preocupaba a mí era saber si estábamos a la altura. Porque esto era y es una empresa familiar. Con el paso del tiempo uno va creciendo y mejorando, y ello toma una magnitud que a veces uno no se da cuenta. Yo me preguntaba: ‘¿Estoy a la altura de que venga la Aduana y me diga que califico y puedo certificar?’”.

“Yo no sabía lo que era una certificación, una auditoría, no tenía idea”, explica Matías. “Y en el primer pantallazo que tuvo la Aduana nos aseguró que se notaba que estábamos muy comprometidos en el tema seguridad. Ahí me aflojé. A nosotros ese tipo de cosas (cuando nos vienen a auditar) no nos gusta delegarlas con nadie. Los manuales los hicimos nosotros, por ejemplo, para los choferes. Hacemos talleres para OEC, para seguridad vial”.

Para María Victoria todo eso lleva una inversión, ir implementando más cosas. “Por ejemplo, con la ISO 39001, que es sobre seguridad vial, hay que tener un técnico prevencionista que da capacitaciones. Al principio no te das cuenta de todo lo que hay que ir haciendo. Y es cada vez más. Es un camino de ida, que hay que mantenerlo para no perder lo que se logra. Cada tanto hay auditorías. Vos tenés todo esto para el primer año, después en el segundo año hay que cumplir otras cosas, hay que seguir mejorando. Las auditorías de control se realizan año tras año, son como exámenes. Se supone que el sistema va madurando. Eventos suceden siempre, entonces hay que ver cómo se resolvieron, y de acuerdo a eso hay que ver qué hacer para que no vuelvan a pasar”.

“Al ir creciendo, además, hay más demandas”, sigue María Victoria. “Por ejemplo, ahora es necesario tener un médico en la planilla de trabajo. Y es algo que no sabíamos, pero a medida que vas creciendo te vas enterando de las diferentes cosas que vas necesitando. En empresas que tienen más de cierta cantidad de personal hay que tener un médico, lo mismo que con un técnico prevencionista”.

“Hay eventos, conductas y maneras de trabajar de las que nosotros no nos damos cuenta en el trajín diario. Por ejemplo, entrar al depósito sin zapatos de seguridad. Hay veces que, como es un cliente, se le permite; pero no es así, es una norma. Hay que buscar la manera de que eso no pase. Y eso se aprende con las certificaciones. Son exigencias mínimas (ropa de trabajo) en la parte operativa. Tenés que ir educando, no solo al personal, sino también a los clientes y a nosotros mismos. Son cambios que va teniendo la empresa a causa de todas las certificaciones que el crecimiento exige.”

UN PASO MÁS, INTEGRAR LA CEPOEC

Grupo Fernández también integra la Cepoec, que es la Cámara Empresarial Privada de Operadores Económicos Calificados, una cámara que nuclea a todas las empresas de la cadena logística que fueron certificadas como Operadores Económicos Calificados.

Al respecto, Matías contó cómo fue su incorporación: “A nosotros nos invitaron a formar parte de la Cámara porque veían que había algunos asuntos que se podían resolver a través de una cámara que nos represente a las empresas OEC y nos pareció interesante. De hecho teníamos algunas ideas para plantear ante la Aduana, y a veces no sabías de qué manera llegar. La idea es que con la Cámara se trabajen estas inquietudes de forma conjunta para buscar soluciones. También se pueden buscar soluciones para clientes que estén interesados en certificarse y no saben si califican. Esa es la idea, trabajar en conjunto con todos los sectores que integran la cadena logística para ver en qué se puede mejorar. El concepto es la mejora continua, siendo OEC”.

“Yo creo que nuestra gente se ha comprometido mucho, se ha notado un cambio importante de parte de nuestros empleados. Por ejemplo, saben que tienen que andar con uniforme, que hay que ser puntuales, etcétera. Después de todos los talleres de capacitación que hemos hecho, notamos el cambio, el compromiso.”

LOS PLANES PARA EL 2020

La premisa para Grupo Fernández es siempre superarse, ir a más. Seguir mejorando la política integrada de gestión, ir madurando las certificaciones que ya tiene, y prepararse para ir por la certificación ambiental de ISO, aunque eso ya sería para el próximo año.

En este 2020 también tiene planeado seguir desarrollando su terminal de cargas con depósito y almacenamiento, para —además de transporte— crecer en logística.

Asimismo se está preparando para nuevos proyectos que puedan aparecer en relación a la instalación de la segunda planta de UPM en el centro del país.